Entre lechuga y manzanilla: farmacia casera en huertos del norte Misionero

Estudio entre el  IBS, IEAC y del Laboratorio LEBA destaca el rol de los huertos familiares en el mantenimiento de las plantas medicinales.


Ysypó mil hombres (Aristolochia triangularis), una de las especies nativas presentes en los huertos de Iguazú. - Violeta Furlán

Un estudio interdisciplinario realizado entre biólogas del Instituto de Biología Subtropical de Puerto Iguazú (IBS) (UNaM-CONICET) y antropólogas del Instituto de Etnología y de Antropología Cultural (IEAC) (Universidad de Lodz, Polonia) y del Laboratorio de Etnobotánica y Botánica Aplicada (LEBA) (FCNyM, Universidad de La PlataCONICET) destaca el rol de los huertos familiares en el mantenimiento de las plantas medicinales familiares en distintos contextos de desarrollo urbano en el norte misionero.

Desde hace 10 años, en el norte de Misiones se nuclean investigadores que analizan diferentes aspectos de la diversidad biológica y cultural, teniendo en cuenta el estrecho vínculo entre la población local y el entorno que habitan. Estos investigadores comenzaron trabajando con pobladores rurales y paulatinamente fueron incluyendo en sus análisis grupos residentes en zonas urbanas y periurbanas y, asimismo, fueron vinculándose con colegas de otras instituciones interesadas en temáticas afines. De este modo pudieron analizar los cambios en el uso de las plantas, asociados a las migraciones entre los grupos culturales que habitaban las áreas rurales y las ciudades. En ese contexto vienen analizando cómo es el uso y organización del espacio productivo familiar, cuáles de esos espacios productivos se mantienen en las familias que se trasladan hacia las zonas urbanizadas y cómo se le van asignando diferentes funciones a los mismos en la medida que se acercan a tales centros. Uno de los temas estudiados es el rol de plantas medicinales y su modo de obtención, en particular en una publicación reciente se analiza el rol que cumplen los espacios peridomésticos como proveedores de estos recursos medicinales en los diferentes escenarios (rurales, periurbanos y urbanos).

Las investigadoras nos cuentan…

“Encontramos que, tanto en el campo como en las ciudades, hay un repertorio compartido de plantas que la gente usa en curaciones caseras, que las mismas están disponibles principalmente en las huertas y los patios cercanos a las casas y que prefiere utilizar plantas medicinales frescas –en lugar de deshidratadas-. Asimismo, encontramos que cuando las familias se trasladan a la ciudad tratan de instalar huertos similares a los que dejaron atrás. Para ello, al mudarse llevan consigo parte de sus plantas curativas, o vuelven al campo y buscan entre sus familiares -o amigos- mudas, semillas y/o plantines. Los resultados pusieron en evidencia el prácticamente invisible, pero enorme e importantísimo, circuito de plantas medicinales existente entre el campo y la ciudad. Este circuito, además de enriquecer los huertos, fortalece los vínculos locales y, en particular, la soberanía familiar,” comenta Violeta Furlan.

“Para estudiar estos temas, trabajamos principalmente con las mujeres de cada hogar, quienes son las responsables del mantenimiento de la salud en sus familias, aunque también incluimos entrevistas con varones cuando eran ellos quienes cumplían ese rol. Luego de varios años de trabajo, recorriendo hogares, haciendo entrevistas y construyendo y analizando un herbario de referencia, contamos con información suficiente acerca de las especies medicinales presentes en los huertos del norte misionero; asimismo identificamos qué usos tienen, qué dolencias se tratan a partir de ellas y cuáles son los sistemas del cuerpo que son atendidos a través del empleo de plantas en la medicina doméstica”, explica Monika Kujawska.

Esta investigación resalta la importancia de los huertos periurbanos, los que funcionan como una especie de “puente” entre las familias del campo y la ciudad. En efecto, en los mismos es posible hallar plantas medicinales traídas de las chacras -propias de la tradición familiar- y plantas traídas de la ciudad –incorporadas a la medicina familiar a partir del intercambio de saberes globalizados-. “Nuestros resultados demuestran que estimular el desarrollo de los huertos familiares, aún en el contexto urbano, contribuirá al mantenimiento de las tradiciones familiares, al intercambio de saberes y al fortalecimiento de vínculos sociales en las situaciones de cambios y migraciones. Asimismo, estimulará la organización y ordenamiento del espacio peridoméstico, tan necesarios en el actual contexto sanitario de la región” comenta M. Lelia Pochettino. “Quizás a la par de las campañas de descacharrizado actualmente en ejecución, podrían reforzarse las actividades que promuevan los huertos familiares, aún en espacios reducidos, así como generar talleres donde los agentes de salud y las familias discutan las fortalezas y debilidades de las plantas medicinales usadas habitualmente en nuestra región”, propone Norma Hilgert.

 

Puede accederse libremente al estudio en: https://www.researchgate.net/publication/293634025_To_what_extent_are_medicinal_plants_shared_between_country_homegardens_and_urban_ones_A_case_study_from_Misiones_Argentina

La cita completa del estudio referido es: Violeta Furlan, Monika Kujawska, Norma Ines Hilgert & María Lelia Pochettino (2016): To what extent are medicinal plants shared between country home gardens and urban ones? A case study from Misiones, Argentina, Pharmaceutical Biology, DOI: 10.3109/13880209.2015.1110600

Contacto: Violeta Furlan y Norma Hilgert, Instituto de Biología Subtropical, UNaM- CONICET. Bertoni 85, Puerto Iguazú, Misiones, Argentina. Correos a violetafurlan@gmail.com; normahilgert@yahoo.com.ar