Sapos, ranas y salamandras mal representados en las áreas protegidas del mundo

Biólogos de Argentina, Brasil y Colombia, entre ellos científicos del IBS, analizaron el grado de protección global de los anfibios.


Investigadores del Centro de Zoología Aplicada (Universidad Nacional de Córdoba), del Instituto de Biología Subtropical (CONICET-Universidad Nacional de Misiones), de la Universidad de Goiás (Brasil) y de la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá (Colombia) publicaron un estudio en la revista científica Biological Conservation que provee un completo y actualizado panorama global sobre la capacidad del sistema de áreas protegidas para representar la diversidad de anfibios. En este trabajo los investigadores analizan también la incidencia de los sitios disturbados por el hombre sobre la distribución de estas especies. Entre los hallazgos más importantes, este  estudio puso en evidencia que “casi un cuarto de los anfibios conocidos viven totalmente fuera de las áreas protegidas” y que “a pesar de que la superficie protegida en el mundo se incrementó en los últimos 10 años, las especies no representadas de anfibios también aumentaron notablemente en dicho periodo”, comenta Diego Baldo, autor del trabajo e investigador del IBS.

Los anfibios atraviesan una crisis global de conservación, siendo la pérdida de hábitats la principal causante de extinciones de especies y poblaciones. Actualmente más del 40% de las 7500 especies descriptas de anfibios se consideran amenazadas y un cuarto de ellas están clasificadas como insuficientemente conocidas. Los anfibios son, junto a los peces, uno de los grupos de vertebrados peor representados en áreas protegidas a escala global. mapa ilustrativoSumado a este preocupante escenario, existe un importante vacío de información en relación al tema, ya que no hay trabajos globales actualizados sobre la representatividad del sistema de  aéreas protegidas y  la incidencia de áreas disturbadas por el hombre sobre la diversidad de anfibios. Los trabajos previos incluyen a los anfibios entre otros grupos de vertebrados y no brindan datos detallados sobre sapos, ranas, cecilias y salamandras, especies que componen el grupo de los anfibios. Asimismo, la información disponible sobre áreas protegidas y la distribución de especies de anfibios se incrementaron notablemente en la última década, haciéndose imperiosa una actualización de la situación.

Los análisis realizados, revelaron un preocupante escenario: más de 1500 especies de anfibios (24% de todas las especies conocidas) están completamente excluídas de cualquier área protegida y otras 1119 especies tienen menos del 5% de sus distribuciones representadas en las mismas. Aunque la superficie protegida a nivel global se incrementó, también aumentó el número de especies de anfibios no representadas, sugiriendo que los anfibios no son adecuadamente considerados en políticas de conservación.

Las regiones que albergan un gran número de especies pobremente representadas en áreas protegidas (como Latinoamérica o África), están siendo fuertemente impactadas por actividades humanas. En promedio, el porcentaje de superposición entre las distribuciones de las especies no representadas en áreas protegidas y las tierras disturbadas es del 65%. El peor escenario se encuentra en África, donde sólo el 16% de las distribuciones de las especies no representadas se encuentran en sitios no disturbados. En varios sitios claves, la sinergia entre los cambios en el uso del suelo y la baja representatividad de las áreas protegidas podría agravar la delicada situación de varias especies de anfibios. Este escenario indica que se requiere implementar con urgencia, en dichas áreas, eficaces políticas de conservación.

Cabe destacar que casi la mitad de las especies no representadas están clasificadas como especies insuficientemente conocidas, muchas de ellas habitan sitios altamente disturbados y son, en general, consideradas como especies de menor preocupación por los tomadores de decisiones. Esto pone en evidencia la gran importancia de incrementar el conocimiento en relación a este grupo de especies para poder generar políticas de conservación adecuadas.

Nuestro trabajo no sólo destaca importantes problemas que pueden agravar la situación de los anfibios, también  remarca varios desafíos para alcanzar estrategias integrales de conservación para el grupo”, agrega Baldo. En relación a esto, resulta indispensable comenzar a dar mayor peso a las especies de anfibios  en la planificación de políticas de conservación.

 

Puede accederse libremente al resumen del estudio en:

http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0006320715300355

El análisis completo puede obtenerse solicitándolo a uno de los autores, Diego Baldo, al siguiente correo electrónico: diegobaldo@gmail.com.

La cita completa del artículo referido es: Nori J., P. Lemes, N. Urbina-Cardona, D. Baldo, J. Lescano,  R. Loyola. 2015. Amphibian conservation, land-use changes and protected areas: a global overview. Biological Conservation 191: 367-374.

 

Epígrafe mapa: Mapa mostrando el número de especies sin protección por unidad de área